Ruth Orkin. La ilusión del tiempo
Trazar una carrera de cineasta en los Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX era para una mujer un camino lleno de obstáculos. Ellas se ocupaban de nutrir la industria de los sueños, pero no a fabricarlos, así que todas las carreras profesionales tras la cámara estaban incontestablemente destinadas a los hombres. Ruth Orkin (Boston, 3 de septiembre de 1921 – Nueva York, 16 de enero de 1985) tuvo que renunciar a su vocación, o al menos, reconducirla, transformarla; y este contratiempo provocará probablemente que su obra fotográfica sea precisamente como es.
Si se analiza la obra de Orkin en esta exposición, que constituye la primera de nivel internacional, el fantasma del cine aparece bajo diferentes formas ya desde sus primeras imágenes. Se cuela en las diminutas fisuras del fotograma y genera un doble fondo en la imagen en el que el flujo del movimiento inicia su tempo. Una chispa, una huella que enciera en sí un «efecto-película», un «efecto-duración», una duración simulada como un truco invisible del cine, porque, en definitiva, ¿no es el cine el arte del movimiento producido desde la quietud?
Orkin nunca dejó de combinar las cualidades temporales de la imagen fotográfica para simular el cine. Secuencias, descomposición del movimiento, duplicación, simultaneidad, su lenguaje visual se encuentra en la confluencia de la imagen fotográfica y el cine, en la encrucijada de la quietud y el movimiento. La fotografía de Orkin es un lugar de mestizaje, un espacio que restaura el tiempo y el movimiento, empujando el lenguaje fotográfico más allá de sus límites hasta ceder ante el poder de la ilusión y la magia.
La exposición se articula en 4 ejes que permiten entender la deuda de las fotografías de Ruth Orkin con el cine.
Fotografía: American Girl, Italy, (Americana, Italia), 1951
GUÍA DE LA EXPOSICIÓN